La historia trata de un grupo de niños que se encuentran encerrados en un laberinto. Sin saber quién los metió ahí, éstos jóvenes han sobrevivido en el Claro (o Área), rodeada por el laberinto. Cada habitante del Claro tiene una tarea; pueden ser corredores, carniceros, constructores, doctores, etc. Pero ¿Cómo sobreviven? Dentro del Claro, hay una caja que llega todos los meses con alimentos, herramientas y alguien. Un joven nuevo, cuya memoria ha sido borrada igual que la del resto y que apenas sabe su nombre, quien llega cada vez para aportar en el descubrimiento de la salida. Esta vez es el turno de Thomas, quien cambiará para siempre la vida de los pobladores.
Crítica:
De buenas a primeras, la película sí se parece al libro. En efecto, en esencia es igual. Sin embargo hubieron unas escenas que me molestaron la vista. Hay unos detalles que la película omite o cambia con respecto a ciertas acciones específicas del libro, como cualquier filmación basada en una novela. Aquí te advierto que no sigas leyendo si no has visto el filme.
Para empezar, extrañé la broma que Thomas y Chuck le hicieron a Gally al comienzo del libro. Era lo que le daba un toque más infantil, que correspondía a la población del Claro. Me sorprendió ver la escena en la cual un chico picado por un Griever (creo que fue Ben) ataca a Thomas.
Sin embargo, lo que más ruido me produjo fue la parte en que resolvieron el laberinto, o mejor dicho, cómo lo adivinaron. Es probable que la lógica de los espectadores se vea nublada por la acción y el suspenso entre todos los personajes y por el peligro que estos corrían, pero me hubiera gustado más ver cómo se las ingeniaban para implantar la idea original. Ésta, la cual no era tan difícil de entender en temas de razonamiento lógico y sencillo, consistía en letras que se formaban en el laberinto, lo cual formaba la palabra, que al mismo tiempo, era la clave de la salida.
Otro detalle que extrañé fue el equipo de los corredores, zapatillas y utensilios, aunque concuerdo en que debió haber parecido muy típico dentro de este tipo de películas.
A pesar de las faltas y omisiones que hicieron los directores, me pareció una excelente idea, la escena de Teresa lanzando cosas desde lo alto mientras todos la miraban boquiabiertos. Expresa perfectamente la dinámica del lugar y cómo reaccionarían niños frente a una persona extraña de otro género.
Reparto: Personalmente, debo admitir que Dylan O'Brien hizo un muy buen trabajo al interpretar a Thomas. Un chico intrépido, testarudo y preguntón. Me recordó a su papel en la exitosa serie de MTV, Teen Wolf. Serie en la cual encarna a Stiles, mejor amigo del protagionista, Tyler Posey. Tampoco me quejo de los papeles de Newt, Alby y Chuck. Thomas Sangster (Newt) le dio el delicioso toque y acento británico que nunca hace falta en las pelíclas americanas. Aml Ameen (Alby) me pareció bastante mayor, pero así lo describe el libro, mientras que Black Cooper es la encarnación exacta de Chuck, regordete, inocente, pequeño y tierno.
Sin más rodeos, debo admitir que sí disfruté de la película, a pesar de todas las omisiones, y me pareció que mantuvo la esencia de la novela. Sin duda espero la segunda entrega (20th Century Fox ya adquirío los derechos del segundo libro: The Maze Runner: Scorch Trials, en octubre del año pasado). Sólo queda esperar!
Autora: Sofía Orellana
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